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Mar, Abr
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Rubén Gutiérrez roza el Top 5 de la general Absoluta en las gélidas aguas de Iznájar

Deportes

En la mañana del pasado domingo se disputó la cuarta edición de la Travesía a Nado del Embalse de Iznájar. La prueba da la salida al Circuito de Aguas Abiertas de la Diputación de Córdoba y la Federación Andaluza de Natación, un circuito que consta de cinco pruebas que se disputa durante los meses de abril y agosto en los embalses de la provincia cordobesa (Iznájar, el Arenoso, la Breña, la Colada y Bembézar).

Esta primera prueba, tenía lugar en las aguas del embalse de Iznájar, el embalse más grande de Andalucía, que está situado entre las provincias de Málaga, Granada y Córdoba, y que abraza el bello pueblo Cordobés situado en lo alto de un cerro. Como en todas las pruebas del circuito, la organización programó dos pruebas: Un 1.500 metros para los infantiles; y la prueba principal, de 3.000 metros para el resto de categorías.

Lo temprano en el calendario (se ha adelantado dos semanas el inicio del circuito con respecto a 2023), de la disputa de esta primera prueba, y sobre todo las enormes y persistentes lluvias caídas en la zona esta pasada Semana Santa, hicieron que la temperatura del agua fuese mucho más baja de lo normal en estas fechas, en concreto la mañana de la prueba el mercurio marcaba unos bajísimos 16´3 grados de temperatura.

Según la normativa FINA de Aguas Abiertas, con esa temperatura el uso del neopreno es obligatorio (desde los 18 grados lo es), lo que hizo que muchos nadadores inscritos y ya en el embalse, no pudieran nadar al no disponer de traje. Otros tras “calentar” en el agua antes de la prueba, decidieron que no iban a participar. Todo esto llevo a la organización a disputar solo una distancia, la de 1.500 metros, bajando a los nadadores de la prueba de 3.000 metros a nadar la mitad de la distancia. Aun así, de los casi 60 nadadores inscritos, tan solo la mitad, fueron los que acabaron la prueba.

La salida se dio con los nadadores en la orilla del embalse, para no tener que estar metidos en las frías aguas del embalse más tiempo de lo estrictamente necesario. Y la llegada se producía al pasar bajo el arco de meta, situado a escasos metros de la orilla, junto a la zona de salida. En un recorrido simple, de ida y vuelta, con una única boya situada a 750 metros nadando por la derecha a la ida, para volver por la izquierda (un recorrido que eliminaba la dificultad de la orientación de este tipo de pruebas).

Rubén Gutiérrez sería uno de los concursantes en la cita, llegando a meta como séptimo clasificado, con un tiempo de 17:35, a solo tres segundos del primero del grupo, y siendo subcampeón Máster (40-49).

La prueba, con un tiempo de 16:40, fue ganada por Pedro Miguel Serrano, una de las ‘estrellas’ de la natación Máster en España, con varias medallas en los últimos Campeonatos del Mundo de la especialidad, tanto en Aguas Abiertas como en piscina.